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Los hongos

Fusarium

La fusariosis vascular es una enfermedad temible en el cyclamen.

Fusarium oxysporum f. sp. Cyclaminis ataca principalmente la planta después del trasplante y al principio de la floración.

La calidad de los substratos tiene una incidencia sobre su desarrollo.

Como para la Phialophora, la planta atacada presenta síntomas de marchitez y amarilleo parcial, y seguidamente total de las hojas.

Un corte transversal del bulbo muestra las necrosis marrones o rojizas laterales. El estrés (carencias, heridas, otras enfermedades) incitan la enfermedad.

La lucha química curativa es ineficaz.

La lucha biológica preventiva por medio de hongos antagonistas da excelentes resultados. 

> Prevención del Fusarium

Los periodos de fuerte calor estival son propicios al desarrollo del Fusarium.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

¿Cómo reconocer los síntomas?

Comprender su propagación para mejor prevenir la enfermedad…

 

Para obtener  respuestas simples y concretas, descargue nueva ficha de enfermedades « La Fusariosis ».

 
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> Fusarium: agente de la fusariosis vascular

La fusariosis vascular es una enfermedad temible de los vegetales.

Existe en el suelo un hongo, Fusarium oxysporum, que vive en la mayoría de los casos en saprófito. Sin embargo, este hongo comprende cepas particulares o formas especiales que son patógenas y muy especializadas.

Fusarium oxysporum f. sp. Cyclaminis es el agente de la fusariosis vascular del cyclamen. Este hongo que se sitúa en el suelo está únicamente adherido al cyclamen. Conocida desde los años treinta en Europa, esta enfermedad criptogámica llegó a Francia en 1973.

 

Aunque el hongo sea capaz de atacar todas las fases del cyclamen, los primeros síntomas sólo se manifiestan generalmente en plantas viejas de 3 a 4 meses. Los síntomas son visibles en las hojas, el tubérculo y las raíces.

> Identificación y ciclo de vida del hongo

Fusarium oxysporum es un hongo de la clase Adelomicetos (Deuteromicetos). Son hongos con el micelio dividido en compartimentos cuya reproducción sexual se desconoce. En esta clase, Fusarium pertenece a la orden de los Monilialos (Hifomicétalos) y a la familia de Tubercularíaceas.

La multiplicación asexual hace intervenir las esporas llamadas conidios producidas por brote de micelios especializados, los conidióforos. Estos conidióforos son cortos, simples, asociados en un cojinete. Emiten macroconidios pluricelulares o microconidios unicelulares.

Este hongo produce también clamidosporas, formas de resistencia. Son esporas de multiplicación vegetativa que se rodean con una pared gruesa y con sustancias nutritivas que garantizan la conservación del parásito en el suelo.

 

La forma perfecta de estos hongos está vinculada a la clase de los Ascomicetos.

> Diseminación del parásito

El hongo se conserva relativamente bien en el suelo (¡un año a veces más!) y en mucho otros soportes como las macetas, los estantes, los sistemas de riego, las tuberías, los recipientes de solución nutritiva, los residuos de cultivo. Puede sobrevivir a gran profundidad (100 a 150 cm) y resiste tanto a la desecación como a una saturación de agua en el suelo.

 

Fusarium oxysporum no se transmite por la semilla.

Los conidios que resisten a la desecación (clamidosporas) pueden diseminarse en el aire ambiente, el polvo. Pueden también sobrevivir cerca de un año en el agua y las soluciones nutritivas.

Las esporas, producidas en gran número pueden aún difundirse durante la manipulación de las plantas, o por el agua de riego. 20 mm. de tallos con fructificaciones rosadas de Fusarium contienen cerca de 20 millones de esporas. Basta con 50.000 esporas para matar una planta en una maceta de un litro.

Insectos y ácaros pueden también diseminar las esporas presentes en las partes aéreas.

 

Como las jóvenes plantas afectadas no presentan inmediatamente síntomas, su importación en invernadero puede ella misma constituir el hogar de una nueva diseminación.

> Condiciones óptimas de propagación

La temperatura óptima de multiplicación del hongo es del orden de 28°C, incluso si es capaz de infestar a temperaturas más bajas. Esta preferencia compagina muy bien con la temperatura que se puede observar en invernadero.

> El proceso de contaminación

Las esporas después del transporte se depositan sobre los substratos de cultivo. El micelio se desarrolla a continuación. La contaminación se hace a nivel de la raíz, por heridas o aperturas naturales. El hongo se desarrolla en primer lugar en los vasos vasculares del tubérculo antes de llegar a los de toda la planta.

El período de incubación es de 2 a 13 semanas.

> Los síntomas en el cyclamen

Este agente es responsable de una enfermedad vascular. Los síntomas exteriores no son pues inmediatamente perceptibles. Es necesario esperar en principio que las plantas infestadas hayan alcanzado la edad de 3-4 meses. Por el contrario, a partir del principio de la infección, estas plantas constituyen una fuente temible de contaminación de los cultivos sanos.

Durante el final del período de vegetación (en el momento de la floración), cuando los días son calurosos que se manifiestan más claramente los síntomas. Cuanto más contaminados estén los ciclámenes en estado joven, más rápida será la evolución del síntoma (sobre todo en período de fuerte insolación después del trasplante).

 

Pero el función del substrato es importante: todos no presentan la misma receptividad frente a la fusariosis.

En caso de ataque, la muerte de la planta es ineluctable.

 

Al principio de la infección, la enfermedad sólo afecta en general a un único lado de la planta.

Las hojas amarillean en los bordes y los limbos se enrollan. En el punto de inserción del peciolo aparece también una decoloración. Estas manchas van a agrandarse y amarillear progresivamente.

Los limbos de las hojas más afectadas se marchitan y se vuelven marrones. Las hojas reposan entonces en el borde de las macetas ya que los peciolos no pueden sostenerlas más.

Estos síntomas sólo aparecen en primer lugar en las hojas más viejas. En esta fase, un examen meticuloso del sistema de raíz y la superficie del tubérculo no revelará ninguna anomalía.

Más tarde, los síntomas se generalizan a toda la planta:

  • todas las hojas se ablandaran y amarillean
  • las flores se ablandaran y luego se volverán marrones

 

A medida que la enfermedad progresa, todas las hojas se desecan y mueren. Esta evolución es muy rápida, en particular en período de fuerte insolación.

Para terminar, el deterioro de las hojas va acompañado a veces de putrefacción suave húmeda y de una masa blanca rosácea en la base de los peciolos.

 

Cuando aparecen los primeros síntomas, un corte transversal de los órganos subterráneos pone de relieve la contaminación de los vasos conductores por el Fusarium oxysporum. Estos vasos presentan en primer lugar puntuaciones de color marrón-rojizo a marrón negruzco. Los cortes longitudinales confirman la especialización de esta manifestación a los tejidos vasculares y permiten seguir la progresión del hongo de los vasos del tubérculo a los de los peciolos de las hojas. A medida que progresa el hongo, el ennegrecimiento se extiende al conjunto de los vasos. Los síntomas aéreos (necrosis de los parénquimas foliares) y del tubérculo progresan paralelamente.

 

Estas invasiones alcanzan los vasos conductores de la savia bruta. Los "tapones" causados por las masas de bacterias así como las oclusiones debidasa la formación de especies de heladas resultantes de la degradación de las paredes o de sustancias hidroscópicas emitidas por el propio patógeno privan la parte aérea de la planta de una aportación en agua y en elementos minerales. La propia planta va a intentar frenar la proyección del patógeno obstruyendo sus propios vasos formando tilosis, excrecencias de células adyacentes a los vasos del xilema.

 

Los primeros síntomas aéreos aparecen consecutivamente a estas carencias. La velocidad a la cual se desarrollan los síntomas aéreos depende de la temperatura, la higrometría y la presión infecciosa.

 

Seccion horizontal del bulbo afectado de Fusarium

 

 

Seccion transversal del bulbo afectado por Fusarium

 

 

Seccion horizontal del bulbo en planta joven afectada por Fusarium

 

 

Fructificacion blanca de Fusarium en el corazon de la planta

 

 

Media planta afectada de Fusarium al inicio de la Floracion

 

> La reproducción del hongo

Al final de ciclo, cuando el hongo invade los parénquimas foliares, entra en fructificación y produce conidios.

> Las posibles confusiones

Los ataques de Fusarium pueden confundirse con los del Erwinia carotovora, agente de la putrefacción suave. Pero, mientras que esta bacteria invade el conjunto del tubérculo, el fusarium permanece confinado únicamente en los vasos conductores. La enfermedad causada por el Erwinia no es una enfermedad vascular. Además la bacteria es responsable de putrefacciones húmedas de los peciolos que se trasladan entonces muy fácilmente del tubérculo. En caso de fusariosis, estos peciolos permanecen unidos. Además, en los ataques bacterianos, las hojas pueden presentar a nivel de la inserción del peciolo una mancha característica, aceitosa, marrón, estrellada.

No obstante, es frecuente observar simultáneamente la presencia de estos dos patógenos.

 

La fusariosis puede también confundirse con una enfermedad vascular cuyo agente responsable es el Phialophara cyclaminis. La distinción es delicada. El amarilleo de las hojas causado por este patógeno, las deformaciones foliares y su aspecto en forma de ampollas o gofrado pueden achacarse a la fusariosis. Sin embargo, en los tubérculos, los ataques vasculares son menos gruesos y más oscuros en el caso de la fusariosis. En presencia de Phialophara de cyclaminis, las necrosis ocupan numerosas porciones de los vasos, pequeñas y muy bien distribuidas. No se observarán nunca más allá de los vasos vasculares incluso cuando la contaminación es antigua.

Pero en numerosas situaciones la distinción in situ es difícil. El recurso a un laboratorio de diagnóstico es necesario.

> Los métodos de lucha

La lucha contra las formas especiales de Fusarium oxysporum es siempre muy difícil. Actualmente, no existe ninguna materia química eficaz de manera preventiva o curativa. Es necesario pues intentar proteger los cultivos, por los métodos de cultivo y la lucha química preventiva.

 

El combate puede ser eficaz cuando se recurre a un enfoque integrado, que implica la vez la optimización de las prácticas de cultivo, y el razonamiento de la lucha química en relación con la lucha biológica.

> La lucha cultural

Las medidas siguientes tienen por objeto evitar inicialmente la entrada del hongo en los invernaderos. Para ello, es necesario:

  • mantener una buena higiene del invernadero
  • mantener un pH que no favorezca al patógeno (valor ideal 5.8)
  • preferir los mantillos bien ventilados, evitar la turba negra y los substratos demasiado pesados
  • utilizar nuevos substratos, nuevas bandejas de siembra y trasplante
  • evitar que las plantas estén directamente en contacto con el suelo del invernadero o el exterior del invernadero
  • ejercer una vigilancia regular y quemar los individuos afectados
  • desinfectarlo todo al final de un ciclo de cultivo (macetas, estantes, sistema de riego y reciclaje del agua…) (cuando el agua se recicla, el conducto de aspiración de la bomba debe instalarse al menos a 20 cm del fondo del tanque de reciclaje: esto favorece una reducción sensible del riesgo de aspiración de las esporas)
  • evitar las temperaturas excesivas en el invernadero en verano (sería ideal no sobrepasar 23°C)
  • mantener un equilibrio correcto entre las contribuciones de nitrógeno, potasio y calcio. Una insuficiente fertilización o excesiva en nitrógeno favorece la infección
  • atención al método de riego: la pulverización (rampa, fija, chorro) causa salpicaduras que proyectan esporas del hongo o partículas de substrato infestado. El lavado de las esporas lleva estas últimas a nivel de las raíces donde se produce la contaminación

> La lucha biológica

La lucha biológica es una alternativa muy eficaz en prevención.

En algunos tipos de suelos, se constató que los efectos de la enfermedad seguían siendo escasos a pesar de la presencia del patógeno y condiciones favorables a su desarrollo. Estos suelos se dicen supresivos. Al analizar estos suelos, se detectó la presencia de cepas de saprófitos de Fusarium oxysporum, no patógenos para la planta. Son las propiedades de estas existencias saprófitas las que se utilizan en la lucha biológica.

Esta cepa saprófita no tiene ninguna influencia negativa en las características agronómicas de la planta (crecimiento, floración) (pruebas del CNIH de Angers en 1990).

 

La cepa saprófita se opondrá al desarrollo de la cepa patógena. Parece ser que la cepa antagonista sigue el mismo esquema de colonización de la planta (las hifas miceliales resultantes de las clamidosporas penetran en el sistema de raíz y colonizan el xilema) sin inducir síntomas necróticos.

Es muy probable que haya tres niveles en esta relación antagonista:

  • coloniza el rizósfero y entra en competición para los nutrientes, sobre todo el hierro y las materias carbonosas
  • coloniza los lugares de la raíz por dónde se introduce el fusarium patógeno en la planta
  • induce o estimula la activación de mecanismos de defensa personal y resistencia por la planta (elicitación). El activador sería el ácido fusárico emitido por la planta

 

El INIA de Dijon descubrió la cepa antagonista FO47.

El hongo debe aportarse en varias veces en el substrato de cultivo:

  • en el momento de la siembra
  • en el momento del trasplante
  • en el momento de ponerlo en la maceta

La cepa FO 47 se comercializa bajo el nombre de Fusaclean (no inscrito en el índice fitosanitario 1997). Fusaclean es utilizado por inoculación en los substratos. Para las dosis, consultar las indicaciones del fabricante.

Esta cepa saprófita sólo se utiliza en tratamiento preventivo. Pero para que este premonición sea eficaz, debe acondicionarse evidentemente el uso de fungicidas.

 

Una referencia italiana describe otra cepa, FO 251/2 (Biofox), antagonista de numerosas formas especiales del Fusarium oxysporum patógeno. El FO 251/2 es compatible y activado con la aportación de Benlate.

Precauciones de utilización

Antes de utilizar FO 47, es necesario garantizar que:

  • los substratos de cultivo son libres de toda contaminación (los suelos deben ser sometidos a una fumigación de tal modo que eliminen todos los microorganismos del suelo para facilitar la implantación de FO 47)
  • la humedad mínima del suelo deberá ser superior al 10%

Para concluir sobre los métodos de lucha, el combate puede ser eficaz cuando se recurre a un enfoque integrado, que mezcla a la vez la optimización de las prácticas de cultivo, y el razonamiento de la lucha química en relación con la lucha biológica.

> La lucha química

La lucha química curativa es completamente ineficaz.

Aunque la lucha preventiva directa contra el Fusarium oxysporum f. sp. cyclaminis no es evidente, es importante evitar que otros patógenos, como los vectores de las enfermedades de la raíz afecten al cyclamen. Estos ataques generan un estado de debilidad favorable a la propagación de la fusariosis.

 

La constante evolución de las normativas y homologaciones de los productos de tratamiento fitosanitarios, así como las diferencias de normativa según cada país no permiten tener en cuenta el estado actual de las homologaciones. Corresponde a cada productor informarse junto a su antena local de la protección de los vegetales con el fin de respetar las últimas actualizaciones de los Reglamentos y directivas en materia de utilización de los productos fitosanitarios. Se aconseja encarecidamente efectuar una prueba previa en una muestra de planta para medir la acción de la materia activa (dosis) y la reacción del cultivo (fitotoxicidad).

 

Contra los agentes de las enfermedades de las raíces

Desinfectar los soportes de cultivos lavados y sin tierra, los estantes y las macetas usadas

 

Durante el período invernal la planta es más sensible y puede frenar su crecimiento consecutivamente a una dosis excesiva de fungicidas. Las irrigaciones repetidas con Daconil y Octava frenan la vegetación.



Aviso

En este documento encontraran la descripción de métodos de cultivo que han sido probados en la S.C.E.A. de Montourey ( Frejus/ Francia) para el cultivo del ciclamen. Estos métodos se basan sobre su propia experiencia y también en el conocimiento y utilización de experiencias citadas en referencia. Esta experiencia del cultivo de ciclamen en nuestras condiciones climáticas puede requerir alguna adaptación a otras condiciones, las casualidades naturales pueden confundir algunos resultados aunque la metodología haya sido respectada.   Queremos recordar que estos consejos y sugerencias están propuestas a titulo indicativo y no serán en consecuencia una garantía de éxito. Es aconsejable realizar ensayos previos.

 

Los hongos :

S.A.S Morel Diffusion

2565, rue de Montourey
83600 Fréjus - France

Teléfono internacional : +33 (0)4 94 19 73 04
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