Espacio profesional | Cultivo | La luz y la temperatura | La importancia de la luz en el cultivo del ciclamen
El control de la luz evitando los excesos por encalado o sombreo parcial por medio de pantallas en verano o bien la falta de empleo de luz de asimilación, permite obtener plantas de porte compacto.
40.000 lux es la radiación óptima.
A menudo la falta de luz en el corazón de la planta es debido a un exceso de plantas por mo bien una separación de planta tardía.
Recordemos todo de un principio que los reaccionan al fotoperiodo. Es decir que la inducción de botones florales no esta influenciada por la longitud del DIA (días cortos o largos).
Por el contrario la subida de botones y el desarrollo de las flores esta favorecido por un aumento de la cantidad de luz (longitud e intensidad luminosa).
Los ciclámenes son vegetales que piden mucha luz. Una falta de luz se traduce a nivel de planta por una longitud excesiva de los pecíolos, hojas demasiado grandes y una constitución blanda con retraso de floración. Demasiado grandes, las plantas son poco resistentes y se conservan menos bien.
Al contrario, las cantidades crecientes de luz favorecen la obtención de plantas compactas. Pero en ciertos periodos del año (en verano), es imperativo sombrear con el fin de evitar que una radiación demasiado alta alcance las hojas y sobretodo evitar un sobrecalentamiento demasiado elevado (releer el control de temperaturas estivales en invernadero). El sombreo es pues un elemento fundamental en la producción de plantas de calidad.
El sombreo puede hacerse con la utilización temporal de telas de sombreo por ejemplo o por el blanqueo de invernaderos.
El sombreo es importante cuando los periodos de fuerte insolación van seguidos de periodos de débil insolación. Es importante después de operaciones de cultivo como el repicado, el enmacetado o la separación de planta. Antes de separar, las plantas están cerradas las unas contra las otras y las hojas inferiores son mantenidas en un microclima húmedo y a la sombra de las hojas superiores. Estas son pues más sensibles en el transcurso de las primeras exposiciones.
Se puede buscar de disminuir la radiación para mantener una gama de temperatura compatible con el cultivo, pero también se puede buscar de aumentar artificialmente la insolación cuando esta es deficiente o nefasta para la calidad de las plantas. La intensidad luminosa demasiado débil durante el periodo invernal para cultivar ciclámenes de calidad esta completada por una iluminación complementaria. Esta iluminación complementaria es llamada luz de asimilación. Esta tiene un efecto positivo sobre el crecimiento vegetativo del cultivo, el número de flores y la duración de cultivo en el trascurso de los periodos donde la luz es extremadamente débil. Gracias a este procedimiento se pueden obtener plantas para las fiestas de Pascua y de la Madre, con una duración de cultivo de unos 8 meses. Sin embargo este proceder presenta el inconveniente de un crecimiento de tejidos blandos y débiles.
Para servir este tipo de iluminación, las lámparas SON-T con reflector de difusión a lo ancho (una radiación de 30-35 W/M² con aproximadamente 3000 Lux en el cultivo) podrá adaptarse bien.
Esta iluminación de apoyo interviene de noviembre a febrero-marzo, en función de las condiciones exteriores de luminosidad. Se recurre a la iluminación complementaria cuando la radiación es inferior a los 5000 lux. Se ilumina de manera que tengan los niveles de luz que se tienen desde el mes de marzo hasta octubre.
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